Solamente es un pensamiento. Solamente lo piensas.
Nunca llegas a hacerlo realidad.
Lo que los demás creen que es un pensamiento, en
nuestras entrañas es un sentimiento, que hiere, que se apaga, se enciende, que
te hace pensar, llorar, e incluso, abandonar.
Hoy en día se habla mucho del suicidio. No es que esté
a favor ni en contra de ello. El que quiera hacerlo, que lo haga. Muchos piensan
que los suicidas tienen algún tipo de trastorno mental o algo por el estilo.
Yo, personalmente, no pienso así. No voy a mentir, sí
que se me ha pasado por la cabeza el dejar este mundo, después de empezar a
pensar, empiezas a recapacitar y te das cuenta de que este mundo no está hecho
para ti. ¿Para qué vivir si hay que morir?
A todos se nos a pasado esa pregunta por la cabeza
alguna vez. No tiene sentido tener que sufrir para después acabar entre
cemento. Pero, con esto, quiero decir que no todos los que piensan y pensamos
así son locos mentales. Son personas, que, mayoritariamente, son las que más
han sufrido. Ese sufrimiento es el que los lleva al lloro, el lloro al
pensamiento, el pensamiento a la rabia, la rabia a la fuerza, la fuerza a la
valentía, y la valentía, a la muerte.
En mi opinión, algo que he aprendido al cabo de los
años, es que, no eres tú el que tiene la culpa, no creas que eres tú el
fracasado, el que todo lo hace mal, el torpe, el mierdas de siempre. Eso es la
persona que te ha hecho creer eso, porque, ese sentimiento es consecuencia de
una represión sufrida por culpa de algo o alguien, por esos insultos, por esos
maltratos físicos y psicológicos.
Esa gente, es la que te hace pensar que tú eres el
problema, que tú eres el motivo de que todo falle. Y no es así.
Con esto quiero hacer un llamamiento a todas esas
personas que se sienten derrotadas por la vida, sin ganas de levantarse por las
mañanas. A todas esas personas que hace tiempo que dejaron su sonrisa atrás
para dar paso a las lágrimas.
Sé que hay muchos y muchos textos de estos por
internet, sé que, por mucho que los leáis, muchos ni siquiera acabarán de leer
el texto, por el simple hecho de que no creen que la persona que lo haya
escrito sepa de que habla, sepa lo que sientes, que no sepa lo que estás
pasando.
Pues bien, brevemente os contaré, que, llevo sufriendo
bastante tiempo. Mi madre murió cuando yo tenía tan solo 5 años. Era una cría,
no entendía muy bien lo que pasaba, pero sabía que no volvería a verla. Desde entonces,
mi padre me dejó de lado, supuestamente porque no podía cuidar de mí por el
trabajo.
Bien, eso podía llegar a comprenderlo, pero me mandó
con mis abuelos. No os confundáis, los quiero con toda mi alma, pero ellos ya
criaron a sus hijos en su tiempo, no tenían porqué cuidar otra niña más con sus
70 años.
Bueno, el caso es que después me mandó con mis tíos,
los cuales tuvieron un hijo al año de vivir con ellos, y ya era bastante carga.
No quiero enrollarme más con esto, publicaré algo
contando mi vida entera, ahora no es el momento.
Al fin, mi padre no pagaba nada, no tenía apenas ropa,
no tenía apenas familia, no me sentía parte de nada. Él, él fue quién me ha
subordinado todo este tiempo, el que me hizo sentir así. El que aún me hace
sentir así. Ahora vivo con él, y aún es peor. No puedo hacer nada, no soy más
que su chacha. Todavía no le he visto coger una escoba.
Añoro a mi madre. Y ahora, me he dado cuenta de que es
él el fracasado, no yo, y la vida se lo pagará, le pondrá en su sitio.
Con esto quiero decir que sé bastante lo que es el
sufrimiento, entiendo que haya personas que han sufrido más, pero estamos para apoyarnos
entre toda esa gente.
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